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l esqueleto es el
armazón óseo de nuestro cuerpo.
Determina nuestra forma y proporciones y
protege los órganos internos.
Los bebes recién
nacidos tienen unos 300 huesos.
Durante el crecimiento muchos huesos se sueldan, por lo que la mayoría de
adultos tienen solo 206. Los huesos
poseen formas diferentes, ya que tienen tareas específicas que cumplir.
Los 22 huesos que forman el cráneo son muy
planos y, como las piezas de un rompecabezas, encajan exactamente. Por eso
cráneo es muy duro y está perfectamente adecuado para proteger el cerebro de
los golpes. Actúa como casco protector. Los huesos craneales, frontales, la
mandíbula y los pómulos forman la base de a cara.
Nuestros huesos: sólidos y ligeros
Si pudiéramos
poner en una balanza únicamente nuestro esqueleto, veríamos que en los adultos
pesa solo unos 10 kilos. Los huesos son mucho más ligeros de lo que se cree,
gracias a su extraordinaria estructura. La capa exterior de los huesos es muy
fuerte, dado a que está compuesta principalmente de calcio. Obtenemos este
mineral a través de la alimentación. El calcio proporciona firmeza a los
huesos, que continuamente se renuevan y se reparan. Sin embargo el interior del
hueso es poroso. El interior esponjoso es muy ligero y actúa como amortiguador
de golpes, evitando que el hueso se rompa con facilidad.
Nuria Medina
CPB Llar Begur
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